La Fotografía y la Edicion Digital

Cuando apareció la fotografía, en el siglo XIX se afronto un serio debate debido al miedo entre los artistas a que, tras el avance de esta técnica, quedara obsoleta la pintura. Mirando hacia atrás en el tiempo y evaluando los hechos transcurridos a lo largo del siglo pasado cualquiera puede afirmar que la pintura de ninguna manera fue desplazada, sino que se termino por aceptar a esta nueva técnica como disciplina artística, tan respetada como la primera. Hoy nos enfrentamos, ya desde hace varios años, a un cambio importante dentro de la fotografía, impulsado por las grandes ventajas que lo acompañan; como la facilidad de transporte y distribución de las copias, y el prácticamente nulo costo de las tomas, la fotografía digital (o fotodigrafía, como propone llamarla el señor Juan Marinello), junto con la digitalización de fotos realizadas químicamente, conforman un nuevo universo a explorar dentro de la fotografía.
Como sucede siempre ante cualquier cambio ya sea tecnológico o cultural, quienes mayor antigüedad tienen en el tema presentan oposición primero, puesto que sienten atacada su profesión con conceptos que no comprenden, pero con el tiempo, aunque no en todos los casos, terminan por aceptar los nuevos métodos como solo eso, una forma de diferente de realizar el trabajo que siempre hicieron, y hasta se animan poco a poco a confiar en la tecnología para aprovecharse de las ventajas que nos pone al alcance de la mano.

Pero de la mano de la fotografía digital, y potenciado con el avance tecnológico de las computadoras personales y su accesibilidad en cuanto a la relación costo/valor viene la edición fotográfica. Si bien tanto la fotografía trucada como la edición fotográfica nació prácticamente junto a la técnica misma, y a lo largo de la historia tenemos miles de ejemplos de su uso tanto con fines artísticos o publicitarios, como periodísticos, donde un buen trucaje se transforma en un arma incontrolable contra la verdad, también es cierto que a medida que avanza la tecnología aplicada a la edición digital, el equipo necesario para editar una foto es cada vez mas accesible, y los resultados mas reales, al punto de hacer prácticamente imposible el peritaje para comprobar la autenticidad de una imagen supuestamente capturada de la realidad.
Las cámaras digitales en su mayoría, por las propiedades particulares del sensor que utilizan para capturar las imágenes, almacenan en los sectores oscuros una gran gama de colores, prácticamente indetectables para nuestro ojo, pero visibles tras un ajuste de brillo/contraste/intensidad, de manera que con un simple ajuste en cualquier programa de edición, salvamos una foto oscura, que tomada con una cámara química seguramente no hubiese tenido solución. De la misma manera, si tenemos una foto que desearíamos haberla sacado en blanco y negro, basta con un click para transformarla, y un simple ctrl.-Z para volverla a la normalidad. De esta forma vemos que la edición fotográfica digital nos presta herramientas tan útiles a la fotografía como lo era el ejemplo del aporte de las cámaras digitales a la técnica fotográfica.
Así, la edición fotográfica digital presupone un gran aporte a la fotografía, especialmente desde el punto de vista publicitario, donde el objetivo es captar la atención del consumidor para trasmitir el mensaje deseado. Pero la edición por computadora no esta limitada a ajustes fotográficos, sino que abre un espectro ilimitado de posibilidades donde por medio de programas simples o complejos podemos desde ajustar el brillo y contraste, hasta fusionar varias tomas, recortar y pegar, suavizar bordes, aplicar efectos, y un casi ilimitado etcétera.

Ahora, personalmente, y pensando no como tecnólogo sino como aficionado a la fotografía, enamorado de la sensación de plasmar en un cuadro estático los pequeños detalles de la vida que la hacen mas bella, pequeños detalles que quizás la mayoría de las personas no alcanza a ver o no presta atención, me veo obligado a preguntarme: Hasta que punto es ético el usar la edición digital en mis fotografías? Esta claro que es útil en diversas áreas como la fotografía publicitaria, pero hasta que punto es valida su aplicación a la fotografía artística y en que punto pasa a ser gráfica digital? (que nada tiene que ver con la disciplina en cuestión) o es que estamos ante un nuevo tipo de expresión artística, similar caso al mencionado al inicio del artículo, donde los pintores veían una amenaza en esa entonces nueva técnica que hoy es tanto o mas común que las legendarias disciplinas artísticas que ya eran antiguas en el renacimiento? Creo que solo el tiempo dará respuestas, lo que puedo decir con seguridad es que, como fue siempre, el nombre del autor da veracidad a una toma, y en cuanto a la edición fotográfica con fines artísticos, si una sola persona piensa que un objeto es una obra de arte, entonces lo es, porque el arte es subjetivo y no depende de criterios preestablecidos para la generación de nuevas obras, por el contrario, siempre aplaudió la originalidad, como seguramente seguirá sucediendo, de modo que como siempre la historia se repite una y otra vez, y solo cambian puntualidades formas y protagonistas.